El cuarto del bebé

El cuarto del bebé

De la panza al mundo

Un bebé recién nacido viene de pasar nueve meses en el mejor hogar del mundo. Es lógico entonces que fuera del útero intentemos brindarle un hábitat lo más cálido y confortable posible. Te damos algunos tips que pueden ayudarte en esta tarea.

Espacios a definir

La decoración y el armado de la habitación del bebé deben asentarse sobre dos principios básicos: seguridad y comodidad. Lindo y peligroso o bonito y poco práctico, son combinaciones de las que hay que alejarse. Por eso, antes de pensar en la decoración, es importante tener en cuenta los consejos de seguridad para preparar el cuarto del bebé.

Con estos requisitos en mente, es momento de definir las diferentes áreas o rincones que integrarán la habitación. Es que el cuarto del bebé no sólo es para dormir, también hay que destinar espacios a la alimentación, a la higiene y al juego.

Espacio para el descanso

La cuna es la protagonista indiscutida de la habitación. Es tan importante, que en la mayoría de los países a sus fabricantes les exigen estándares mínimos de seguridad. Si bien estos pueden variar de acuerdo a la zona, algunas pautas se repiten.

En primer lugar, para impedir que el bebé coloque su cabeza entre los barrotes, estos deben guardar entre sí una distancia menor a los 6 cm.

Otro factor a considerar es la pintura con la que está cubierta, ya que si bien la formulación con plomo cayó en desuso, hay que estar atenta a este punto cuando se trata de cunas antiguas.

A la hora de la ubicación, se recomienda mantenerla alejada de las ventanas y, por supuesto, de los enchufes, uno de los lugares preferidos por las manitos inquietas de tu bebé.

Espacio para la higiene

Con un bebé en casa, vas a pasar gran parte de tu tiempo cambiando pañales, por eso es importante que cuentes con un espacio cómodo y práctico para hacerlo.

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Agustina Cerato, diseñadora de la firma homónima, recomienda utilizar un mueble cambiador con estantes para tener a mano todos los elementos indispensables (pañales, toallitas limpiadoras, oleo calcáreo, etc…).

La ideal es que tenga una altura parecida a la de una mesa para poder asear al bebé sin necesidad de agacharse.

Mejor aún si se ubica cerca del placard para tener la ropita al alcance.

Espacio para la alimentación

Es convenirte que el cuarto cuente con un espacio destinado a la alimentación para no trasladar al bebé durante la noche. Agustina Cerato sugiere colocar un buen sillón al costado de la cuna.

Las antiguas sillas mecedoras también son muy cómodas para amamantar, y su suave bamboleo agrada a todos los bebés. Vale destacar que estos sillones, además, serán de mucha utilidad a la hora de acunar al bebé.

Espacio para los juguetes

Es probable que al poco tiempo de nacer, tu hijo ya ostente una importante colección de sonajeros y juguetes, por eso es imprescindible darles orden. Existen muebles de guardado y también opciones más económicas como canastos, cajas y cajones.

En Krethaus, un firma de muebles infantiles, venden unos originales canastos que parecen de papel. Se llaman Papier y están confeccionados con una tela especial, cuyo proceso de prelavado les otorga ese particular aspecto. Su principal ventaja es que son livianos y fáciles de transportar.

Agustina Cerato propone canastos de mimbre decorados con muñequitos de tela, y canastos de madera con frente apizarrado para escribir el contenido con tiza.
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Respetar los lugares de guardado es importante”, señalan Vanesa y Karina Kreth, responsables de Krethaus, “porque el bebé se sentirá más seguro si sus cosas están siempre donde las dejó”.

También es recomendable asignar un espacio al trabajo creativo. Una mesita y algunas sillas que inviten a pintar y dibujar. Si las dimensiones no ayudan, las hermanas Kreth sugieren asignar una pared para pintar como la que se encuentra detrás de la puerta, o bien delimitar una parte con cinta para crear un marco en el que puedan trabajar.

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La decoración

El reinado del rosa y el celeste ya no es determinante, ahora los cuartos se visten de gris, chocolate e incluso colores estridentes como el verde y el naranja. Claro que la gama de los neutros (diferentes tonalidades de blanco y de gris) es una excelente opción, ya que no aburren y permiten jugar con el color en la elección de los accesorios. Además, las tonalidades suaves predisponen al descanso.

La iluminación tiene que destacarse por su funcionalidad, la luz de techo debe complementarse con un velador chiquito, “ideal en caso de que debamos dejarlo encendido o incluso para cambiar al bebé cuando está dormido”, indica Cerato. Para las nenas sugiere arañas con caireles para dar un toque romántico, mientras que en el caso de los nenes prefiere tambores colgantes con estampados masculinos (de trenes, aviones, etc.).
Por último, es recomendable equiparse con muebles que acompañen el crecimiento de nuestros hijos, como las cunas funcionales (que luego se transforman en cama). Porque, dándole una vuelta al refrán, mamá precavida vale por dos.

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