La importancia de los cuidados durante el embarazo
Estás embarazada, apenas te enteraste supiste de inmediato cuál era tu deseo: salud para ti y tu bebé. Si bien es cierto que la naturaleza es la que decide, hay algunas pautas que puedes seguir para que tu embarazo sea saludable. Aquí te contamos cuáles son.
Visita al médico cuanto antes
Cuanto antes puedas visitar al obstetra, mejor. El médico te brindará información sobre los cuidados prenatales. Además, si es que lo visitas por primera vez, es importante que conozca tus antecedes médicos con la mayor anticipación posible.
Por último, en algunos hospitales conseguir turno para ecografías y otros estudios suele ser difícil; visitar al médico te permitirá armar una agenda de próximas consultas y así sacar cita con antelación.
Elige un obstetra que te inspire confianza
Es fundamental que te sientas cómoda con el obstetra que seguirá todo tu embarazo y te atenderá en el parto. Quizás debas pedir cita con varios médicos hasta encontrar el indicado.
Puedes averiguar sus antecedentes en tu seguro médico y también consultar entre amigas y conocidas. Pero más allá de sus conocimientos médicos, es importante que te sientas contenida y escuchada por él.
Si quieres conocer más claves para elegir un buen obstetra lee esta nota.
Actividad física sí, pero con ciertos cuidados
Antes de continuar con un programa de actividad física o iniciar uno, debes consultarle al obstetra, ya que algunos ejercicios están contraindicados durante el embarazo.
Ten en cuenta que hay muchos programas de ejercicios pensados especialmente para las embarazadas como el yoga prenatal.
Además, en general, hay acuerdo en la comunidad médica con respecto a las caminatas y a la natación, ambas actividades tienen luz verde.
Come sano
Has escuchado hasta el hartazgo la importancia de comer de manera sana, pero en este periodo especial de la vida la recomendación se realiza con más énfasis, ya que la alimentación de la madre repercute de manera directa en su bebé.
La clave es llevar una dieta sana y equilibrada, comer un poco más de calorías poco, no el doble- y elegir siempre alimentos nutritivos.
Saltearse comidas es una pésima idea, tu bebé necesita recibir nutrientes a intervalos regulares (lo ideal son tres comidas diarias y dos colaciones).
Algunas claves:
- Aumenta la ingesta de alimentos con alto contenido de hierro y combínalos con vitamina C, ya que esta incrementa la absorción de este mineral.
- Bebe abundante líquido ya que durante el embarazo, el agua ayuda a mantener la cantidad de líquido amniótico, y favorece un desarrollo fetal adecuado y aumenta el volumen plasmático. Como mínimo debes beber dos litros diarios de agua, idealmente de bajo contenido en sodio.
Evita algunas comidas
Hay una máxima a tener en cuenta durante todo el embarazo: todo lo que ingieras debe estar bien cocido, ya que las carnes mal cocidas pueden estar contaminadas con bacterias y parásitos.
Algo similar sucede con las verduras, si bien son una importante fuente de nutrientes que marcaran una diferencia en tu plato, en caso de quieras consumirlas crudas deberás asegurarte de que están bien lavadas.
También hay que tener cuidado con algunos pescados cuyo contenido de mercurio es alto, como el atún, no es necesario que lo elimines de la dieta, pero sí que lo consumas con moderación.
Deja de lado el alcohol
No existen estudios que indiquen cuál es la cantidad segura de alcohol que se puede beber durante el embarazo, por eso las academias de pediatría y los colegios de obstetricia recomiendan directamente que se elimine su consumo.
El alcohol que consumes ingresa en el flujo sanguíneo, atraviesa la placenta y llega al feto. Su ingesta aumenta el riesgo de abortos espontáneos así como también predispone el nacimiento de bebés de bajo peso.
Cuando su consumo es excesivo (de cinco a seis copas de vino o cerveza por día) durante todo el embarazo, el bebé puede nacer con el síndrome de alcoholismo fetal. Se trata de un trastorno que dura toda la vida y genera malformaciones (en el rostro, las extremidades, etc.) y daños en el sistema nervioso central.
Olvídate del cigarrillo
Fumar durante el embarazo es peligroso para ti y también para tu bebé.
Los bebés de mamás fumadoras tienen altos riesgos de nacer con bajo peso y problemas cardiacos. Además, el cigarrillo incrementa las chances de sufrir un parto prematuro.
Como si eso fuera poco, diversos estudios han demostrado que los bebes de mamás fumadores tienen mayor probabilidad de ser víctimas del síndrome de muerte súbita del lactante.
En cuanto a lo que ti se refiere, el cigarrillo incrementa las náuseas y vómitos de la primera etapa y puede causar embarazo ectópico -cuando el embrión se implanta fuera del útero y en la trompa de Falopio-.
Reduce tu dosis diaria de cafeína
Estudios científicos evidenciaron que beber hasta 200 mg. de cafeína por día durante el embarazo es seguro, la ingesta diaria de cantidades superiores se asocia con una mayor probabilidad de abortos espontáneos durante el primer trimestre.
Para que puedas hacer los cálculos, un vaso de bebida cola aporta entre 35 y 40 mg. y una taza de café 100 mg. Sin embargo, recuerda que hay otros alimentos que la contienen como el té, el chocolate negro y algunas barritas de cereal.
Cuidado con las medicinas
Ahora que estás embarazada debes prestar más atención que nunca a los medicamentos que ingieres, incluso aquellas de venta libre y los suplementos dietarios.
Ante cualquier malestar, consulta al obstetra para que te indique de qué forma solucionarlo, ya que algunos pocos- medicamentos están permitidos durante esta etapa.
En caso que padezcas una condición médica crónica, lo ideal es que hables al respecto con un obstetra antes de quedar embarazada, pero si no lo hiciste no te preocupes, eso sí, llámalo cuanto antes para que te explique cómo seguir el tratamiento.
Si tienes un gato, cuidado con sus excrementos
Los gatos pueden transmitir toxoplasmosis, una infección peligrosa durante el embarazo, ya que el parásito que la ocasiona puede afectar la placenta y el bebé.
Los excrementos de los gatos son una vía de transmisión de esta enfermedad, por eso si tienes un felino en casa, es preferible que otra persona se encargue de limpiar su piedritas o cajas de arena (donde defecan). En caso de que no haya nadie disponible para hacerlo, colocate siempre guantes descartables y lávate bien las manos al terminar, así como también después de acariciar a tu gato.
Al hacer trabajos de jardinería también debes colocarte guantes, tengas o no gatos, ya que estos suelen merodear también por los jardines ajenos.
Gracias Babysitio, muy buena nota.
En mi embarazo, me cuidaba con los reposos indicados y además seguí con mi obstetra de confianza. mi actividad física siempre fue caminar y nunca con mucho calor.
También la alimentación es fundamental.
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