Cómo ahorrar en los gastos del bebé

Cómo ahorrar en los gastos del bebé

Organizar y ahorrar

Dicen que los niños vienen con un pan bajo el brazo, pero el problema es que para su manutención se necesitan varios panes. Por eso es fundamental organizarse y evitar gastos superfluos. Estos consejos te ayudarán a lograrlo para que puedas manejar mejor tu economía. Ahorrar, organizar, economizar e informarse es la clave.

Pregúntales a otros padres

Si eres madre primeriza, es posible que te sientas abrumada por la cantidad de productos que debes comprarle a tu bebé, pero seguramente tu lista de compras tiene artículos prescindibles. Para saber si hay objetos de sobra, nada mejor que consultarle a otra mamá. Ella podrá contarte qué vale la pena comprar y que no; es que probablemente ya habrá cometido el error de adquirir productos que nunca usó.

Además, la consulta puede ser útil para orientar tus prioridades, quizás descubras que ese producto que creías tan imprescindible no servirá hasta que tu bebé tenga cuatro meses, por lo que no tiene ningún sentido comprarlo ahora.

De todas maneras, trata de adaptar los consejos a tu situación personal. Puede que tu amiga haya encontrado muy útil el baby call porque vive en un piso de cuatro ambientes, pero si tu casa es pequeña para ti será totalmente innecesario.

Espera a ver que te regalan

En pocas ocasiones recibirás tantos obsequios como durante el embarazo y en el nacimiento de tu bebé; por eso es recomendable que esperes algunos meses para ver qué te regalan y luego concentres las compras en lo que te falta.

Si planeas organizar un Baby shower puedes preparar una lista de obsequios para los invitados, elige una tienda que ofrezca una amplia gama de productos, desde ropa hasta mobiliario. En caso de que te guste algo más informal, sólo cuéntale a tu mejor amiga qué es lo que tu bebé necesita, ella se lo comentará a los invitados para que no se equivoquen al elegir el regalo.

Evita gastar en prendas de recién nacido

Preparar el ajuar es una de las actividades más bonitas del embarazo, pero no debes sucumbir a sus encantos.

Los bebés recién nacidos crecen rapidísimo y si compras demasiada ropa para esta etapa, es probable que tu hijo no llegue a usarla. Por eso, en caso de que ya la hayas comprado, no la abras, ni la laves; la mayoría de las casas de vestimenta infantil permiten cambiar las prendas hasta un año después de su compra, de esta forma podrás devolverla si ves que tu bebé no llegará a estrenarla.

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Compra equipamiento convertible

Es recomendable que inviertas en equipamiento (cuna, cochecito, silla de auto, etc.) que acompañe el desarrollo de tu bebé.

Si tienes espacio suficiente en lugar de comprar un moisés o una cuna tradicional puedes optar por los modelos funcionales que sirven como cuna y luego, sacando unos módulos, se transforman en cama.

Lo mismo sucede con los cochecitos o carreolas, los modelos “Travel system” están equipados con una butaca o huevito que funcionan como bebesit y butaca de auto.

Ten cuidado con el stock de pañales

Es muy común armarse un buen stock de pañales, las abuelas y tías suelen regalarlos porque es un clásico que nunca falla, pero debes procurar no recibir demás. Es que los bebés aumentan rápido de peso y quizás termines con varios paquetes sin abrir. Una buena idea es pedirles los tickets de compra para poder cambiarlos en caso de que ya tengas muchos para el mismo rango de peso.

Por otra parte, cada mamá suele tener una marca favorita, quizás esa que funciona para el bebé de tu amiga, a ti no te guste. Lo ideal es que al principio pruebes entre dos o tres marcas –recuerda que cada una a su vez viene en diferentes modelos y/o calidades- y luego armes el stock para los próximos meses.

Usa los cupones de ahorro

Busca cupones de ahorro pensados para mamás y bebés. En todos los países existen cupones de descuento, funcionan de dos maneras: los que sirven para compras online y los imprimibles que se presentan en línea de cajas. También hay días de descuentos especiales en los supermercados.

Los artículos con descuento van desde pañales hasta muebles y juguetes. Siempre es conveniente que te suscribas para no perderte ninguna oferta, vale la pena visitar tanto los sitios web de tus marcas favoritas como los de los clubes de descuento.

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Pide prestado

Si ya tienes un hijo, no hay dudas de que el bebé por venir heredará objetos de su hermano por lo que las compras se reducirán bastante. Pero si eres primeriza puedes preguntar entre tus conocidos, seguramente tendrán artículos para cederte e incluso hasta puedes hacerles un favor sacándole trastos de encima que ya no utilizan y sólo sirven para ocupar espacio.

Aplica este consejo sobre todo cuando se trata de artículos que no son de primera necesidad, como los gimnasios o columpios. Se trata de productos muy caros que sencillamente no funcionan con todos los bebés, quizás gastes mucho dinero en un proyector que promete calmar a tu niño y ayudarlo a dormir, y luego te des cuenta de que a él no le sirve.

Apuesta por las marcas más baratas

Los precios abultados no siempre son sinónimos de calidad, es que la marca se paga. No vale la pena pagar una fortuna por un vestidito de primera línea que tu beba se pondrá sólo dos veces. Lo mismo sucede con la ropa de uso diario, un bebé que gatea estropea la ropa en menos de un santiamén, por eso no tiene sentido vestirlo con un pantalón que costó una fortuna.

Además, en el caso de los pequeños esa regla de oro que aplicamos para nosotras “mejor poca ropa y de buena calidad, que mucha y mala” no funciona. Un bebé se ensucia tantas veces por día que no podrás arreglarte con sólo tres pantalones. Con lo que cuesta una prenda de una primera marca es probable que puedas comprar tres o cuatro en una tienda desconocida.

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