Infecciones respiratorias bajas

Infecciones respiratorias bajas en el bebé

¿Qué son las infecciones respiratorias bajas?

Las infecciones respiratorias bajas son cuadros inflamatorios que comprometen el árbol bronquial: bronquios, bronquiolos y alvéolos pulmonares. Pueden ser provocadas por virus o por bacterias en menor frecuencia.
Estas infecciones, de acuerdo al nivel de las vías respiratorias que afectan se denominan bronquitis, bronquiolitis o neumonía.

En Argentina representan la tercera causa de muerte en los niños menores de un año, (sólo superadas por las muertes neonatales o por malformaciones congénitas) y la segunda causa de muerte en niños entre 1 y 4 años de edad. Para tener una idea de su frecuencia basta con decir que son el motivo más frecuente de consulta en los niños menores de 2 años y dependiendo de la época del año, llegan a ser la primera causa de internación.

La forma de presentación más frecuente es el síndrome bronquial obstructivo que cuando compromete los bronquiolos se conoce como bronquiolitis. Los niños que tienen más riesgo de internarse son los lactantes menores de 6 meses.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas que presenta el niño son: respiración agitada, tos, dificultad para alimentarse o dormir y puede tener fiebre o cambios de coloración. Se debe consultar al médico lo más rápido posible.

¿Cuáles son los virus o bacterias que provocan este tipo de infecciones?

En este tipo de infecciones los virus causantes más frecuentes son: el virus sincicial respiratorio, los virus de influenza o gripe, parainfluenza y el adenovirus.

El virus sincicial respiratorio tiene un pico estacional en los meses de mayo a agosto o principios de septiembre. Se puede aislar en la secreciones nasofaríngeas y representa entre el 40 al 78% de las infecciones virales.

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La tos convulsa o coqueluche, producida por el bacilo pertussis, puede prevenirse mediante vacunación. Las causas bacterianas son menos frecuentes. Esto es muy importante en el momento de decidir el tratamiento, porque los antibióticos sólo sirven para las infecciones causadas por bacterias y no sirven contra lo virus.

¿Cómo pueden prevenirse?

En cuanto a las medidas de prevención específicas, actualmente existen vacunas para algunos agentes infecciosos. La vacuna cuádruple incluída previene contra la coqueluche, difteria, tétanos, y enfermedad por Haemophilus. Es gratuita y está incluída en el calendario nacional de vacunación. Debe aplicarse a los 24 y 6 meses, con un refuerzo a los 18 meses.

La vacuna antigripal contra el virus de la influenza se aplica a partir de los 6 meses y la vacuna antineumococo se aplica a los 2, 4 y 6 meses, con un refuerzo al año. Estas dos vacunas están indicadas en poblaciones de riesgo: niños con enfermedad respiratoria crónica, cardíaca, inmunodeficiencias, niños prematuros menores de 1.500 gr. al nacer.

Contra el virus sincicial respiratorio, que es el más frecuente, no existen vacunas. Desde el año 1999 se ha comenzado a utilizar un anticuerpo monoclonal específico, que provee defensas o inmunidad pasiva y ha demostrado ser muy efectivo en reducir las internaciones por este agente. Este anticuerpo tiene indicaciones específicas, en niños de riesgo, que son los que tienen predisposición a sufrir enfermedad respiratoria grave o reinternaciones con más frecuencia que la población general.

Estos niños son los prematuros más pequeños, que son dados de alta en la época invernal, que tienen hermanos en edad escolar; prematuros con displasia broncopulmonar, que reciben oxígeno domiciliario o con cardiopatías congénitas complejas. El médico de cabecera debe decidir qué niño tiene indicación de esta prevención específica para el virus sincicial respiratorio.

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