Esto es lo que le sucede a tu cuerpo cuando un bebé llora

No es control mental pero se le parece bastante. Averigua lo que descubrieron los últimos estudios sobre el llanto del bebé y nuestra respuesta orgánica.

Esto es lo que le sucede a tu cuerpo cuando el bebé llora

Cuando un niño llora se desatan diversas reacciones físicas que hacen a una madre responder lo más rápido posible a las demandas de su bebé. Como bien sabemos esto no es un comportamiento extorsivo de los pequeños, pero sí se puede decir que ejercen un control sobre nuestra mente.

A continuación te explicamos qué dice la ciencia sobre los efectos que produce el llanto del bebé en nosotros.

Respuesta cerebral inmediata

Los resultados de algunas investigaciones indican que el llanto del bebé activa una parte del cerebro llamada amígdala. Esta zona es la responsable de controlar los insistimos de miedo y lucha en los seres humanos. “El llantos ocupa un lugar característico dentro del rango sonoro que lo diferencia de otras situaciones”, dice David Poeppel, profesor de psicología y neurociencia en la Universidad de Nueva York y director del Departamento de Neurociencias del Instituto Max Planck.

El especialista sugiere que el grito o el llanto activan un respuesta en la amígdala para una supervivencia básica, provocando en el oyente una alteración en el ritmo cardíaco, un aumento en la presión arterial, como también aparición de pánico y malestar general. Son este tipo de sonidos los que nos hacen correr instintivamente para ayudar a alguien que grita, y en este caso a calmar el llanto del bebé.

Liberación hormonal

Pero la respuesta de la amígdala no es el único cambio que el cuerpo experimenta ante el llanto. También se desencadena una respuesta hormonal muy útil para estas situaciones.

Cuando un bebé llora aumentan los niveles de oxitocina: hormona del placer y del amor. La misma se produce en el sistema nervioso central, precisamente en el hipotálamo, y se libera inmediatamente después del parto y durante la lactancia, generando el vínculo de apego con el bebé. Sin embargo, un estudio reciente reveló que la oxitocina no sólo favorece el vínculo con el bebé, sino que también altera la forma en que oímos y respondemos ante algunos sonidos.

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Los investigadores utilizaron ratones para una nueva investigación y descubrieron que el aumento en los niveles de oxitocina cambiaron la manera en que los animales procesan las señales auditivas a nivel cerebral.

De acuerdo a los expertos, el oído se amplifica ante los gritos de las crías  cuando las madres fueron estimuladas con esta hormona. “Encontramos que la oxitocina aumenta el volumen de la información que es procesada en el cerebro”, dijo Robert Froemke, que dirigió el estudio en la Universidad de Nueva York.

Los expertos piensan que esto mismo les sucede a las mujeres cuando sus bebés lloran y siguen este proceso: el bebé llora, la hormona se libera, la hormona amplifica los gritos en el cerebro materno y finalmente la mamá se ocupa del bebé.

Aparición de malestar

En otro estudio realizado sobre un grupo de madres se determinó cómo respondieron ante un video con una serie de bebés llorando. Los investigadores descubrieron que algunas mujeres respondían con una respuesta enfocada en la propia madre, mientras que otras lo hacían con un enfoque dirigido hacia el bebé, preocupándose primero por las necesidades del pequeño.

La respuesta ante las grabaciones del llanto de bebés dependía del estrés físico o los síntomas que la madre sintió mientras escuchaba los gritos.

De acuerdo a los resultados “las madres que controlaron mal su estrés (medido por la cantidad de sudor en la piel y la frecuencia cardíaca) en respuesta a las grabaciones, fueron más propensas a centrarse en sí mismas y respondieron negativamente ante los videos puesto que muchas percibieron el llanto del bebé como una molestia o manipulación”, informó el Science Daily.

Diferencias en hombres y mujeres

También existen algunas teorías muy interesantes sobre las diferencias  que existen entre hombres y mujeres ante el llanto del bebé.

Un investigación que se llevó a cabo en Italia en 2013 reveló que las mujeres son mucho más receptivas y sensibles ante el llanto del bebé que los hombres.

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Luego de pedirle a hombres y mujeres que dejaran vagar su mente, los investigadores pusieron una grabación de ruido blanco entremezclada con los sonidos de un bebé llorando.

“El monitoreo cerebral detectó que los cerebros de los hombres permanecieron en estado de reposo. En cambio, la actividad cerebral de las mujeres cambió repentinamente al oír los gritos del bebé”, concluyó la investigación.

Angustia

Otro estudio descubrió que todos los seres humanos, ya sean hombres o mujeres, se angustian cuando escuchan llorar a un niño.

“Nuestros cerebros responden inmediatamente, en milisegundos, incluso antes de procesar completamente el sonido. Esta [respuesta] se dio principalmente en dos regiones del cerebro”, dijo Katie Young de la Universidad de Oxford.

“Una es la circunvolución temporal media, un área previamente implicada en el procesamiento emocional y el habla; la otra área es la corteza orbitofrontal, un área bien conocida por su papel de recompensa y procesamiento de emociones”.

Los investigadores señalaron que la reacción física, a menudo involuntaria, que muchas personas tienen ante el llanto de un bebé en un avión, o en otros espacios cerrados, son una prueba de ello. “Cuando escuchas llorar a un bebé en un avión, inmediatamente te pones en alerta, aunque no quieras oírlo. Es un sonido que es muy difícil de ignorar”.

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