Anthony Burch es capitán del ejército de Estados Unidos y fue enviado a cumplir una misión a Corea del Sur. Su mujer Mary Pat, que vive en Illinois (EE.UU.) embarada de tres niños y una niña, comenzó su trabajo de parto antes de que su marido regresara y la distancia impedía compartir con ella este momento tan esperado.
Sin embargo, esto no fue suficiente para evitar que su esposo la acompañara… ¿Cómo? A través de una video llamada.
Ambos ya tienen una hija de dos años llamada Alice, pero siempre es importante que el padre esté presente en el nacimiento de todos sus hijos, por eso, al llegar el esperado momento llamó al hospital, tal y como lo habían planeado, donde se encontraba su mujer dando a luz y realizó una videollamada con su télefono.
“Él pudo ver a los bebés ser tomados por los médicos, podía ver qué hacían y el tamaño que tenían” cuenta su mujer emocionada a ABC News.
Por su parte, Anthony asegura que está feliz porque pudo estar presente de alguna manera y pudo ver con sus propios ojos que tanto su mujer como los cuatrillizos Henry, Molly, Nathaniel y Samuel se encontraban sanos y salvos.
Además, tal y como han contado, ambos se encuentran todavía más entusiasmados con la llegada al mundo de sus bebés porque en un primer momento las pruebas médicas mostraron que esperaban trillizos, y fue hace muy poco cuando se enteraron de que realmente esperaban uno más. Una sorpresa que les hizo muy felices puesto que ellos siempre han deseado formar una gran familia.
La pequeña Alice también se llevó una gran sorpresa cuando su padre, que sabe que trabaja por el momento muy lejos de su hogar, la despertó con motivo de una visita fugaz para conocer a sus hermanitos y darle un fuerte abrazo a ella, para que no piense que por tener a nuevas personas en su familia va a dejar de prestarle atención.
Los pequeños se quedaron en el hospital unos días para ponerse fuertes y sanos, y Anthony regresó luego al ejército, por eso Mary y sus hijos contarán con la ayuda de los abuelos -esos “Ángeles de la Guarda” que siempre están ahí echando una mano cuando se necesita- para hacer el día a día de todos más fácil y llevadero hasta que su marido regrese en verano.