Es lo que se conoce como cesárea respetada, también llamada cesárea natural o asistida, y cada vez son más las madres que eligen intervenir de manera activa durante este tipo de operación.
El procedimiento consiste en sacar al bebé del útero con las propias manos, no desde el comienzo, sino en la última etapa, de forma de que la mujer sea la que lo trae finalmente al mundo. El obstetra sólo extrae la cabeza y parte del tórax, luego la madre lo retira completamente y lo lleva a su pecho.
En este caso, Sara Dows, una mamá de Queensland, Australia, no pudo dar a luz por parto natural y eligió esta forma de nacimiento para no sentir que eran otros los que le retiraban a la niña, sino que era ella misma la que le daba la bienvenida.
Por esta razón, consultó a un obstetra que ya había realizado este tipo de cesáreas en cuatro oportunidades para poder participar de este modo durante la intervención.
Desde ese entonces tuvo que prepararse para el día del nacimiento siguiendo unas cuantas recomendaciones, ensayando además lo que tenía que hacer cuando su hijo asomara la cabeza.
El día de la cesárea tuvo que higienizarse las manos como lo hacen los médicos antes de cualquier intervención quirúrgica, además de ponerse guantes esterilizados. Todo esto con el fin de evitar cualquier tipo de infección que podría ser muy peligrosa para ella.
Cuando su bebé asomó su cabeza y el obstetra lo sacó parcialmente, Sarah lo tomó con sus manos, lo llevó a su pecho y luego de tanta emoción contenida, se echó a llorar. Había hecho lo más importante de su vida.
Pero no hay nada mejor de ver esto en imágenes. A continuación adjuntamos el video de este emocionante momento.