Una luz rosa en el transporte público avisa si una embarazada necesita el asiento

En Corea del Sur la tecnología se suma a la “lucha” para que le cedan el asiento a las embarazadas.

Una luz rosa en el transporte público avisa si una embarazada necesita el asiento

Muchas embarazadas experimentan la difícil tarea de conseguir un asiento en el transporte público. Cuando suben, los pasajeros miran para otro lado, o se hacen los dormidos para conservar su asiento: el bien más preciado sobre todo cuando el bus, el tren o el subterráneo colapsa de gente.

Para luchar contra esta situación, en los últimos años se han lanzado varias campañas y ahora la tecnología se suma a la lucha para que ninguna embarazada se quede sin su asiento. En la ciudad de Busan, en Corea del Sur, una luz rosa avisa a los pasajeros cuando una embarazada que necesita asiento sube a los trenes equipados con este dispositivo.

El sistema funciona de una manera muy simple y segura. El transporte consta de unos indicadores rosa que se encienden cuando la mujer sube. Las luces se activan a través de unos sensores bluetooth, similares a un pin, que deben ser llevados en la parte exterior de la ropa o la cartera de la embarazada.

Además, tienen una batería que dura seis meses para que no sea usado indiscriminadamente.  Al subir, los sensores en el transporte reciben la señal y activan la luz rosa que está al costado de los asientos reservados especialmente para las embarazadas.

La idea es ayudar a la embarazada a conseguir asiento sin la necesidad de que lo tengan que pedir y evitar además situaciones incómodas como la que se genera cuando le ceden el asiento a alguien que no está embarazada. De esta forma, Pink Light soluciona este inconveniente, ya que si la luz no se enciende es que no hay nadie que necesita sentarse.

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La iniciativa Pink Light ya fue probada exitosamente por 500 mujeres durante la última semana, en la linea de subterráneos que une las estaciones de Busan y Gimhae.

“Con esta política se busca facilitarle a toda mujer embarazada el uso del transporte público”, declaró Suh Byung-soo, el intendente de Busan. “Las mujeres embarazadas deben usar el transporte público de la ciudad de forma cómoda”.

Por un lado, es una alegría saber que se busca ayudar a las mujeres en la dulce espera con esta iniciativa. Sin embargo, desilusiona saber que la tecnología aparece por la falta de empatía que se experimenta en las ciudades hacia los demás.

Esperamos que este sistema llegue a las ciudades, pero antes desearíamos que cambien nuestras actitudes ante el prójimo.

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