Muchas mamás se quejan del que su bebé se chupa el dedo a cada rato o hasta se comen las uñas cuando son más grandes.
Afortunadamente un nueva investigación publicó recientemente en la revista Pediatrics que este hábito tienen una gran ventaja: menor riesgo de contraer alergias.
En tres décadas de investigación se estudiaron a 1000 niños de Nueva Zelandia de los cuales el 31% se chupaba el dedo entre los 5 y los 11 años.
El resultado demostró que un tercio de ellos no desarrolló alergias de ningún tipo en la granja de los 13 años hasta los 32 (obviamente, ya sin chuparse el dedo).
Se tomaron en cuenta muchos factores como antecedentes alérgicos en los padres, mascotas, y si los padres eran fumadores.
La razón es que los niños que se chupan el dedo llevan más bacterias a su boca y de esta forma se fortalece su sistema inmune.
Sin embargo, esto no implica que haya que incentivar este hábito ya que chuparse el dedo puede traer algunos problemas odontológicos con el tiempo.
