¿Qué es el reflejo de Moro?
El reflejo de Moro, también conocido como sobresalto o reflejo de abrazo, es uno de los tantos reflejos que se observan en los bebés al nacer.
Al nacer, el bebé deja de sentir los límites que le daba el vientre materno, lo que le produce un sentimiento desagradable de inseguridad, como de “caída” o “vacío”, y por ello cuando duerme puede sobresaltarse y saltar. Es un acto reflejo como para “aferrarse” a ti. Desaparece normalmente a los 3 ó 4 meses de vida.
¿Para qué se lo evalúa?
Este es un reflejo normal presente en todo bebé recién nacido. La ausencia de reflejo del Moro puede indicar daño cerebral o en la médula espinal. Asimismo la presencia de este reflejo en un solo lado del cuerpo puede indicar fractura de clavícula o daño del plexo braquial, conjunto de nervios ubicados desde la parte inferior del cuello hasta el área superior del hombro.
La presencia de reflejo de Moro en un bebé mayor, en un niño o en un adulto no es normal.
En la consulta con el pediatra, se verificará este reflejo inmediatamente después del parto y durante las consultas que tendrá el bebé durante los primeros meses de vida.
Para observar el reflejo de Moro, se coloca al bebé boca arriba sobre una superficie acolchada y suave. El médico levantará la cabecita del bebé de forma suave con suficiente soporte. Luego comenzará a quitar el peso corporal del acolchado, sin levantar el cuerpo del niño. A continuación, de manera súbita, se le suelta la cabeza, dejándola caer hacia atrás momentáneamente, pero se sostiene de nuevo con rapidez sin que golpee en la superficie acolchada.
La respuesta normal es que el bebé ponga mirada de sobresalto. Los brazos de los bebés deben moverse a los lados con las palmas hacia arriba y los pulgares flexionados. El bebé puede llorar hasta por un minuto.
El reflejo termina luego de que el bebé retrae los brazos hacia el cuerpo, con los codos flexionados hasta que se relaja.
