Cuando nacieron sus hijos el padre notó que no eran parecidos en absoluto, y esto le extrañó muchísimo. Su aspecto físico no coincidía en nada: su color de pelo, sus ojos, sus rasgos, nada tenían en común. Sin embargo, supuso que podía ser algo normal y no le dio relevancia. Al fin y al cabo, sus hijos habían nacido y lo llenaba de felicidad.
Un test genético lo confirma todo
Todo comenzó a aclarase cuando tuvo que anotarlos en el registro civil de la ciudad de Xiamen, en China. Allí le pidieron que presentara un perfil genético que demostrara su paternidad. Este requisito es obligatorio para todas las familias chinas con bebés recién nacidos antes de inscribirlos.
Entonces el padre hizo el análisis y la sorpresa no demoró. Al recibir los resultados se enteró la razón de la diferencia física entre sus dos hijos. Los niños tenían el mismo ADN materno pero sólo uno de ellos compartía el de su padre.
Incialmente, la mujer desmintió de forma rotunda su supuesto engaño y acusó a su pareja de haber falsificado los resultados. Sin embargo, la verdad no tardó en llegar cuando confesó que había tenido relaciones sexuales con su amante.
“Por supuesto que quiero a mi hijo, pero no quiero criar al hijo de otra persona”, comentó el padre, a quien llamaron Xiaolong para mantener su identidad reservada, al diario chino Strait Herald.
¿Qué es la superfecundación héteroparental y cómo puede suceder?
El fenómeno se llama superdfecundación héteroparental y según las explicaciones del director de la Asociación de Embriólogos Clínicos de Inglaterra, Jason Kasraie, puede darse ante dos posibles situaciones.
El primero sucede cuando la mujer libera dos óvulos en simultáneo. Como los espermatozoides pueden sobrevivir algunos días en el tracto reproductivo, la fecundación doble ocurre cuando se copula antes de la ovulación con una persona y con otra después de ovular.
En el segundo caso, la mujer libera dos óvulos en el mismo ciclo reproductivo, pero con algunos días de diferencia y se concibe en dos momentos distintos.
De todas formas, la experta señaló en declaraciones al diario The Guardian que “es extremadamente infrecuente, ya que depende de que muchas rarezas ocurran en el mismo ciclo”.
