El nacimiento de un bebé en un hospital en Szekesfehervar, Hungría, sorprendió a toda su familia y al equipo médico que atendió el parto. Y es que el pequeño nació con el pelo completamente blanco. Las enfermeras lo apodaron “príncipe encantado”. Muchos pensaron que era un caso más de albinismo pero no lo es.
La palabra “albinismo” proviene de la palabra latina albus, que significa “blanco”. Esta afección es una mutación genética que se caracteriza por la disminución o ausencia de melanina, un pigmento que da coloración al pelo, la piel y los ojos.
Sin embargo, según el Dr. Zoltan Kummer, el pequeño Bence no es albino, ya que si este fuera el caso el pigmento de melanina también estaría ausente en su piel e iris y el niño presenta esta coloración.
El doctor explica que su pelo blanco podría desaparecer en un par de años. También indicó que no es signo de ninguna enfermedad ni consecuencia de estrés prenatal que puede haber experimentado la madre durante el embarazo.
De acuerdo al especialista, el caso de Bence es bastante peculiar ya que la falta de pigmento se da a nivel local y probablemente esta escasez sea temporal. El niño podría comenzar a generar melanina en algunos años dándole color a su cabello.
El pelo blanco de Bence no es lo único que ha asombrado a la familia y al equipo médico. El pequeño nació a las 40 semanas de embarazo con un peso de 5,4 kg y una talla de 54 cm. Dos cifras muy altas y semejantes entre sí. Afortunadamente, se encuentra en perfectas condiciones de salud y ya se encuentra en casa con sus padres.
De todas maneras se harán exámenes de sangre más exhaustivos para investigar esta escasez local de melanina raras veces vista.
