6 cosas que no debes hacer al curar el ombligo del bebé

Hay muchos consejos dando vueltas que pueden terminar perjudicando esta zona tan delicada del bebé. Te contamos qué debes dejar de hacer.

6 cosas que no debes hacer al curar el ombligo del bebé

El cuidado de un bebé recién nacido es un verdadero reto para las madres primerizas. Y es que lo vemos tan delicado y pequeño que no queremos lastimarlo, sobre todo a la hora de curar el ombligo del bebé.

Una de las primeras tareas que tiene una mamá, y que puede ser aterradora, es el cuidado diario del ombligo hasta que se le cae.

Afortunadamente, esta tarea se hace una sola vez en la vida y por poco tiempo, pues una vez que sane el ombliguito ya nos despreocupamos de él.

Como en muchas otras cosas, la mayoría de las mamás primerizas tomamos consejos de madres “expertas” en el procedimiento para curar el ombligo del bebé. Esto hace que oigamos cualquier cantidad de recomendaciones, unas excelentes, otras obsoletas y algunas hasta dañinas para la salud de nuestro pequeño.

La verdad es que las primerizas somos como un imán para los consejos bien intencionados y los comentarios de ayuda, pero no todos son tan útiles a la hora de cuidar a nuestro bebé.

Por ejemplo, un error bastante común, y que lamentablemente aún recomiendan un gran número de mamás, es colocarle una faja al bebé hasta que el ombligo seque, o emplear productos específicos que ahora están contraindicados.

Lo que NO DEBES hacer al limpiar el ombligo de tu bebé

Lamentablemente, las mamás que ya han tenido esta experiencia muy pocas veces nos dicen las cosas que debemos evitar cuando curamos el ombligo de nuestro pequeñín, por eso es tan importante conocer cuáles son los errores más comunes que se cometen en este proceso.

1. Usar algodón en vez de emplear gasa

Aunque el algodón es ampliamente utilizado en la cura de heridas y lesiones en la piel, el problema con este producto en la cura del ombligo del bebé es que deja fibras que pueden terminar causando infecciones. Por eso lo más recomendable es limpiarlo utilizando gasas estériles, ya que estas no dejan residuos de ningún tipo.

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2. Tapar el ombligo con vendas

El ombligo sana mucho mejor estando destapado. Además, si lo cubrimos con algún tipo de tela, ésta puede atraer algún tipo de humedad y  alérgenos que pueden hacer daño a la salud del bebé.

Las fajas tampoco son algo que debas colocar, como ya hemos dicho, porque pueden agregar presión al abdomen que no permite la adecuada respiración.

3. Usar otro antiséptico que no sea alcohol

Debes saber que, de la gama de antisépticos que hay en el mercado, el más recomendado para curar el ombligo del bebé es el alcohol absoluto. Este producto puedes conseguirlo fácilmente en cualquier farmacia.

Algunos especialistas recomiendan la clorhexidina, pero debes consultar primero con el pediatra para aplicarla en el ombligo.

Lo que debes evitar a toda costa son los productos que contengan colorante porque se asocian al desarrollo de eccemas. Incluso químicos como el mercurocromo y el yodo pueden causar problemas de tiroides al ser absorbidos por la piel.

4. Dejar el ombligo húmedo

Lo primordial para que el ombligo del bebé sane completamente y se caiga es que se mantenga siempre sequito. Por eso tienes que evitar la humedad por tiempo prolongado en él. 

Entonces lo que debes hacer es no dejar la gasa empapada en alcohol sobre el ombligo, sino limpiarlo y dejar que seque al aire libre. Muchas mamás dejan la gasa húmeda sobre el ombligo pensando que el alcohol hará mayor efecto, pero causa reacciones contrarias a las que deseamos.

5. Curar el ombligo solo una vez en el día

No podemos curar el ombligo una única vez durante todo el día porque no lograremos que esté desinfectado por completo. Lo recomendable es hacerlo al menos 3 veces al día para obtener mejores resultados.

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Recordemos que el pañal está bastante cerca del ombliguito y esto puede hacer que se contamine con heces u orina, por eso debemos curarlo frecuentemente durante el día. 

Cada 3 horas es una buena medida para realizar el cuidado del ombligo.

6. Tironear el ombligo antes de que caiga por su cuenta

No debemos nunca tirar del ombligo aunque se vea seco. Al hacerlo podemos causar algún tipo de hemorragia ocasionado problemas más graves. 

Lo recomendable es dejar que se caiga solo, y lo hará una vez esté totalmente seco y curado, solo hay que tener paciencia y ser constante en el tratamiento de curación.

No tirar del ombligo es algo importante que recordar en este proceso.

Una vez se haya caído el ombligo nos libramos de una preocupación que ya jamás volveremos a tener… Bueno, no hasta el próximo bebé.

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