El pequeño Lucas tenía tan sólo 7 meses de edad cuando falleció por desnutrición. El cuadro se presentó por una dieta alternativa libre de gluten y lactosa que sus padres le habían prescrito voluntariamente.
La pareja es dueña de una tienda de alimentos saludables en Bélgica, y alimentaron a su bebé principalmente con quinoa, avena, sémola y leche de arroz, a pesar de las advertencias que le habían hecho los médicos tres años atrás.
Lucas murió de hambre el 6 de junio de 2014, muy deshidratado y con el estómago completamente vacío. Pesaba tan sólo 4,29 kilogramos, un poco más que el peso promedio de un recién nacido según informa The Independent.
Sus padres, identificados solamente como Peter S y Sandrina V, fueron procesados esta semana y de encontrarse culpables tendrían que cumplir una condena de 18 meses de prisión.
“A veces ganaba un poco de peso, a veces perdía otro poco. Nunca deseamos la muerte de nuestro hijo”, dijo su madre llorando en la corte.
“Nunca fuimos al médico porque nunca notamos nada raro”, dijo su padre en su defensa.
La abogada de la pareja, Karine Van Meirvenne, declaró que el pequeño presentaba un problema de alimentación de base.
“Lucas tenía un desorden alimenticio. Padecía calambres cuando se lo alimentaba con biberón y sus padres probaron otras alternativas” dijo Van Meirvenne en la corte.
Sin embargo, los fiscales alegan que, durante los últimos días de vida de Lucas, la pareja lo llevó a un homeópata en vez de llevarlo a un hospital cuando el pequeño comenzó a jadear intensamente para poder respirar.
De acuerdo al Independent, varios especialistas en nutrición develaron este mes que las dietas libres de gluten hacen más daño que bien, a pesar del hecho que se han hecho populares ya que la gente las percibe como buenas, razón por la cual las ventas se han incrementado un 12,6% durante el último año.
