No los felicitaron por el nacimiento de su bebita porque no era “normal”

Aunque tuvieron un comienzo turbio, ahora su hijita los ha convertido en los padres más felices del mundo. Aquí su historia.

No los felicitaron por el nacimiento de su bebita porque no era "normal"

Nuestros hijos son nuestra mayor bendición, sean como sean, vengan como vengan, no hay amor comparable al que los padres sentimos por nuestros pequeños. La siguiente historia es una muestra de que no importan las condiciones, el nacimiento de un hijo siempre va a traernos felicidad.

La historia de una familia especial

Eliza es una madre estadounidense, nativa de Standford, California, quien hace poco más de un año ha recibido a su pequeña hija, Bella. Este evento ha resultado ser una dura experiencia, la cual ha acabado cambiado su vida para bien. 

Recientemente ella ha decidido compartir su historia y el por qué su vida ha cambiado tanto con el nacimiento de Bella.

El inicio de una nueva vida

Eliza cuenta que descubrió que estaba embarazada a principios del 2018. La noticia fue bastante emocionante para ella, porque junto a su esposo, Erik, llevaba tiempo en busca de un hijo.

Luego de esto, los meses transcurrieron y la feliz madre conto con el apoyo de su esposo, su cuñada, sus padres, sus suegros y sus amigas más cercanas, y recibió buenos deseos de muchas personas que se encontraban a su alrededor.

Los meses iban pasando, la salud de la madre y la aun no nacida bebé eran geniales, el embarazo progresaba de maravilla, (aunque en un principio se creía que podrían existir complicaciones), y la emoción de la familia crecía cada vez más y más (al punto de que prepararon la habitación de la bebé varios meses antes del nacimiento), hasta que finalmente llegó el mes de octubre.

Un momento muy esperado

Fue la noche del 24 de octubre de ese mismo año, aun faltando 4 semanas para que el embarazo llegara a término, que Eliza comenzó a sentir los signos de inicio del trabajo de parto. Debido a que en ese momento se encontraba sola en casa porque Erik estaba cumpliendo un turno nocturno en su trabajo, esta decidió enviarle un mensaje de texto contándole que creía que su bebé nacería pronto, por lo que el padre se dirigió a casa. Pasaron las horas y, tal como se esperaba, a la 1:30 pm comenzó el trabajo de parto.

El padre inmediatamente se comunicó con sus suegros y todos se dirigieron al hospital más cercano. Una vez ahí, los médicos de turno internaron a la madre, la llevaron a su habitación y asignaron a dos internos y a un obstetra especialista para que controlaran la situación. Debido a que el diámetro de la pelvis de Eliza era más pequeño de lo esperado, los médicos tuvieron que anestesiarla y el procedimiento para recibir al bebé se extendió por casi 12 horas.

Pasado este tiempo y terminado el trabajo de parto, Eliza despertó y pudo ver a la pequeña Bella por primera vez. En ese momento la madre se sintió bastante emocionada, pero no pasó mucho tiempo para que se percatara de que algo andaba mal. 

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El ambiente estaba en silencio, muchos especialistas salían y entraban de la habitación tomando notas y su esposo y sus padres se veían bastante confundidos.

Pasaban los minutos y nadie la felicitaba ni la saludaba por el nacimiento de su hija ni le decían nada sobre lo que estaba ocurriendo, cosa que generó un estado de ansiedad en la madre. Fue entonces, luego de un momento, que Eliza volvió a ver a su pequeña, e inmediatamente descubrió lo que ocurría.

Noche de pesadilla

La madre se sintió devastada de no poder estar con su hija durante sus primeros momentos, por lo que expresó su preocupación a la abuela de la niña, quien le dijo que todo estaría bien y que tuviera paciencia. Un par de horas pasaron y entonces se le permitió a Eliza ir a la unidad en donde se encontraba su hija y se le dio privacidad para compartir con esta y con su esposo.

Una vez allí, Erik, con mucha preocupación, le contó lo que estaba ocurriendo. La realidad era que Bella había nacido con una condición espacial, la cual aún no conocían con exactitud, ya que existían dos posibles diagnósticos. Por ello, los doctores habían decidido que lo mejor era referirlos a un hospital especializado en dichos casos y que al día siguiente les darían a elegir hacia donde llevar a su hija.

Luego de compartir por un par de horas, los padres tuvieron que ir a su habitación, en donde pasaron una horrible noche, preocupados y confundidos por todo lo que había ocurrido.

Primeros días oscuros

La cara de Bella se veía diferente. Eliza sin embargo, expresó su deseo por cargar a su bebé, por lo que los especialistas la colocaron sobre su pecho, pasaron unos minutos y entonces le notificaron que debían llevar a la niña a la unidad de cuidados intensivos. Aunque esto aumento la desesperación de Eliza, no lo quedó de otra que aceptarlo. Luego de esto, los médicos tomaron a Bella y fueron, junto con su padre a la unidad de cuidados intensivos. 

Al día siguiente, y tal como Erik había dicho, los médicos le pidieron a los padres que decidieran en cual hospital tratar a su hija, y les proporcionaron dos opciones, el Children’s Benioff Hospital y el Standford Children’s Hospital. Entonces Eliza decidió llamar a viejo amigo que trabajaba en el área de la salud para consultarle cual era la mejor opción, quien le indicó que, sin duda alguna, debía ir al hospital Benioff.

Rápidamente los padres y su hija fueron trasladados a dicho hospital, y una vez allí se internó a la pequeña en la unidad de cuidados intensivos. Debido a que se trataba de un hospital mucho más preparado, pudieron realizarle a Bella muchas pruebas especiales, tales como radiografías, pruebas de ADN y densimetrías óseas, todo con el fin de conocer con exactitud cuál era su condición y como podría ser tratada.

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Luego de una semana de constantes revisiones, se determinó que Bella padecía el síndrome de Treacher Collins, una condición que alteraba el desarrollo de los huesos de la cara, de los tractos digestivo y respiratorio y del sistema auditivo. El mismo no había podido ser detectado durante el embarazo porque era una tarea bastante difícil (al punto de que menos de un 10% de los casos son detectados antes del nacimiento).

Debido a que la alteración del sistema digestivo de Bella era bastante grave, esta debió someterse a una cirugía para poder alimentarse correctamente más adelante. Luego de esto, se les informó a los padres que deberían someter a su hija a muchas otras intervenciones quirúrgicas en el futuro, ya que lo normal en estos casos es que se realicen de 20 a 60 cirugías para que los niños puedan tener una vida normal. 

Luego de dicha intervención, bella debió pasar 8 semanas en la unidad de cuidados intensivos para poder volver a casa. Durante dicho periodo, se entrenó a los padres para que pudiesen cubrir todos los cuidados que la pequeña necesitaría. 

Luego de ese tiempo, el 8 de diciembre del 2018, finalmente Bella pudo volver a casa.

La felicidad llega de forma inesperada

Desde entonces, a pesar de que ocasionalmente los padres tienen que llevar a Bella al hospital por alguna que otra emergencia, Bella, quien ahora tiene 16 meses, ha mantenido una excelente evolución. Actualmente, la niña asiste a terapia de lenguaje, terapia ocupacional, a clases de música y a una escuela para niños especiales.

Tanto Eliza como Erik afirman que piensan que Bella es una bendición para la familia y que se sienten mucho más felices desde que esta los acompaña. También indican que en un principio no estaban preparados para este cambio, pero que ahora son más felices que nunca.

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