Una familia de Comodoro Rivadavia, los Román, viajaban a Punta Cana para pasar unas vacaciones cuando notaron que Federica, su hija de casi dos años, tenía diarrea.
Al llegar al hotel la llevaron a la salita para hacerle un control y se encontraron con que los médicos no sabían de qué se trataba, entonces la derivaron a la clínica La Romana. En ese lugar, los médicos afirmaron que la beba podría tener amebas (microorganismos que viven como parásitos en intestinos de humanos y perros), pero era muy raro, ya que esa es una enfermedad de Punta Cana y la nena había viajado con diarrea desde acá.
Fue ahí cuando Tamara, su mamá, se comunicó con dos pediatras que su hermano conocía en San Pedro, Liliana y Francisca. Las médicas consiguieron enseguida los resultados de los análisis y afirmaron que Federica presentaba una afección llamada síndrome urémico hemofílico (SUH), enfermedad que allá no se conoce.
En ese momento, Federica fue trasladada a una clínica privada donde la estabilizaron con transfusiones y diálisis, hasta que un avión sanitario la trajo de nuevo a la Argentina. Acá aterrizó en el Hospital Italiano y estuvo una semana en terapia intensiva.
Cuando la niña fue dada de alta, toda la familia viajó a San Pedro para conocer a las pediatras y agradecerles el favor que le salvó la vida a Federica. Si bien aceptaron el agradecimiento, no quieren ningún tipo de reconocimiento extra ya que afirman que solo hicieron su trabajo.
¡Felicidades por el final feliz!