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¿Qué es el desgarro perineal?
El desgarro perineal es uno de los miedos más frecuentes de toda mujer embarazada. Ocurre en la zona que se encuentra entre la vagina y el ano, precisamente en los tejidos blandos, pudiendo ser lateral o central y causa todo tipo de molestias y complicaciones en el posparto.
Existen 4 tipos de desgarros perineales de acuerdo a su severidad: de primer grado (afecta solo una parte del periné), de segundo grado (compromente también la musculatura y pude llegar hasta el ano), de tercer grado (lesiona el ano) y de cuarto grado (afecta también el recto).
¿Cómo puede evitarse el desgarro perineal?
Puede evitarse a través de una episiotomía aunque no en todos los casos. La evidencia muestra que puede reducirse el riesgo de padecerlo con el uso apropiado de compresas calientes junto a otras medidas de atención clínica.
Afortunadamente, la forma más severa de desgarro perineal sólo afecta al 2% de las embarazadas. El 26% experimenta desgarro perineal con sutura y un 23% de las afectadas no necesitan ser cosidas, ya que las heridas cicatrizan solas. Por último, el 21% necesita episiotomía y el resto no experimenta ningún tipo de heridas.
Una manera de reducir los desgarros perineales es la aplicación de compresas calientes en la zona vaginal. Consiste en la colocación de un apósito estéril empapado en agua tibia (50% de agua hirviendo y 50% de agua fría) durante el trabajo de parto.
Los resultados demostraron que esta técnica reduce los desgarros más severos. Además, son efectivos a la hora de calmar el dolor durante el nacimiento y el de los primeros días posteriores al parto.
Por otro lado, las compresas calientes también reducen la incontinencia urinaria que sobreviene después del nacimiento.
También los masajes perineales realizados un mes antes del parto son sumamente efectivos ya que relajan la musculatura de la zona.
Otro dato importante a tener en cuenta, es el tipo de atención médica con la que cuenta la embarazada.
De acuerdo a una investigación, las mujeres que sufrieron las formas de desgarro más severos no fueron atendidas ni contenidas de forma apropiada.
El informe realizado por la profesora en obstetricia, Hannah Dahlen, indica que las parturientas sentían que eran tratadas como un “pedazo de carne”.
La atención humanizada del parto es clave a la hora de prevenir el desgarro perineal, junto a un buen apoyo profesional en todo momento de la gestación.
Esta es una razón más para brindar una atención compasiva y empática a todas las mujeres embarazadas como un derecho humano fundamental.
Factores que favorecen el desgarro perineal
Varios factores influyen en la probabilidad de tener desgarros perineales. A continuación enumeramos los más frecuentes
- Ser mamá primeriza
- Utilizar fórceps o ventosa
- Tener un trabajo de parto prolongado
- Tener anestesia epidural
- Dar a luz recostada de espaldas, especialmente con las piernas en estribos
- Cuando la cabeza del bebé esta encajada en una mala posición
- Cuando el bebé pesa más de 4 kg.
- Estado nutricional materno deficiente
Factores que reducen el desgarro perineal
Por otro lado, los siguientes factores reducen el riesgo de traumas en la zona:
- No ser mamá primeriza
- Trabajo de parto que se desarrolla sin interrupciones
- Dar a luz en posición vertical o de costado
- Haber realizado masajes perineales durante el último trimestre del embarazo
- Aplicar compresas calientes en el perineo durante el parto
- Dar a luz la cabeza del bebé pujando lentamente y entre contracciones
- Ser atendida por médicos profesionales junto a parteras
De modo que ya sabes, para prevenir el desgarro perineal debes llevar una adecuado control obstétrico, con un apoyo permanente durante el embarazo y asesorada con buena información.
Con esto, y aplicando los consejos mencionados, seguramente evitarás esta complicación para no empañar seguramente el que será el mejor día de tu vida.