Cuando una mujer queda embarazada su cuerpo empieza a cambiar, haciéndole espacio al bebé que comenzará a desarrollarse. De manera que el aumento de peso es algo que no podrá evitarse durante toda esta etapa.
Sin embargo, en una cultura como la nuestra, donde el sobrepeso es considerado un estigma, las mujeres embarazadas y las mamás primerizas sufren burlas y discriminación por su figura, como si no se entendieran los cambios a los que están expuestas.
Y así lo revela un estudio reciente que además señala lo dañino que puede ser para la mujer este tipo de estigmatización, porque suma otro problema más al que ya tiene la mamá por su sobrepeso.
¿Cuánto peso se debe aumentar durante el embarazo?
Los especialistas recomiendan que las mujeres deben aumentar entre 9 y 15 kg. durante el embarazo, si es que su peso está dentro de los rangos “normales” antes de concebir. Sin embargo, más allá del peso que se puede aumentar para mantener una buena salud, las investigaciones han determinado que sentirse avergonzada por esto, no es nada bueno para la mujer ni para el bebé.
Dos artículos publicados recientemente en la revista Stigma and Health y en Social Science & Medicine, revelan que el 65% de las embarazadas han sufrido algún tipo de discriminación durante esta etapa. Y lo más sorprendente es que la estigmatización proviene, en general, de su grupo familiar o de amigos.
¿Cómo se realizó la investigación?
Para la investigación, Angela Incollingo Rodríguez, profesora asistente de psicología en el Instituto Politécnico de Worcester, encuestó a 501 mujeres, de las cuales 143 cursaban el segundo o tercer trimestre de embarazo. Las 358 restantes habían dado a luz hacía un año. A todas se les preguntó si se habían sentido agredidas por su peso y con qué frecuencia esto había sucedido.
La mayoría de las mujeres confesaron que se sintieron agredidas al menos una vez durante el embarazo y el posparto, señalando a “la sociedad en general” como la principal fuente agresora.
Las encuestadas también indicaron que se sintieron agredidas por los medios de comunicación, gente desconocida, familiares directos, amigos y hasta incluso por los mismos profesionales médicos.
Algunas de las frases más repetidas fueron: “No deberías intentar embarazarte por tu peso” o “deberías dar en adopción a tu bebé para que no engorde como tú”.
El problema que detectó el estudio es que este tipo de agravios relacionados al peso aumentan las posibilidades de sufrir depresión postparto. También pueden aparecer conductas alimenticias poco saludables o estrés durante el embarazo, con todas las complicaciones que están asociadas.
“Este es un problema enorme porque estos síntomas no sólo pueden afectar a la mamá o futura mamá, sino también al niño”, afirmó la responsable de la investigación. “Los estudios han demostrado que el estrés en el embarazo puede conducir a discapacidades cognitivas y de aprendizaje, deterioro de la salud e incluso problemas de comportamiento en el niño. También puede afectar la relación madre-hijo, haciendo más difícil que las madres amamanten, perjudicando así el vínculo entre ellos”.
Consejos para tener en cuenta
Por esta razón, Incollingo Rodríguez sugiere que ha de capacitarse a los proveedores de atención médica e informar, tanto a familiares y amigos, sobre la problemática asociada a esta discriminación. El sobrepeso puede traer muchas complicaciones en el embarazo y el posparto, pero las agresiones y la discriminación suman otras que perjudican también al niño.
Por otro lado, también hay que dejar de seguir los consejos de muchas celebridades que se ofrecen como ejemplo de cómo recuperar la figura después del parto y que, por otro lado, también critican a las que no lo pueden hacer, atribuyendo esto a un “dejarse estar”.
Por fortuna, “ya aparecen algunas madres famosas, como la modelo Chrissy Teigen, por ejemplo, que celebran sus cuerpos sanos, incluso si sus figuras han quedado más rellenas después del bebé”, comentó Incollingo Rodríguez.
“Esto da un mensaje positivo. Y esa es la meta: una madre sana, un bebé sano, relaciones sanas”.