“Sentí que me regresaba el alma al cuerpo”: el contacto piel a piel con su bebé la salvó de la muerte

La mamá agonizaba por una hemorragia vaginal desencadenada luego del parto. Pero gracias a su bebé, hoy puede contar el milagro que experimentó.

“Sentí que me regresaba el alma al cuerpo": el contacto piel a piel con su bebé la salvó de la muerte

Muchas investigaciones han demostrado los beneficios que tiene el contacto  piel a piel del bebé con su mamá luego de nacer. Hay una campaña de la UNICEF para estimular la lactancia materna, que señala que este momento, tan vital e íntimo, brinda muchos beneficios para el bebé. Por un lado, regula la temperatura y su frecuencia cardíaca. Por otro, refuerza el sistema inmunológico y aporta grandes ventajas a nivel psicológico.

Beneficios del contacto piel a piel en el bebé

Se ha investigado mucho sobre el impacto positivo del contacto piel a piel en el bebé. Sin embargo, es poco lo que se ha investigado sobre los efectos que se producen en la madre.

La mayoría de las mujeres que han dado a luz, ciertamente reconocen que es importante para ellas. Admiten que sostener a su bebé recién nacido les ha impactado positivamente: aumentando su confianza como madres y ayudándolas a sentir una conexión muy fuerte con su hijo.

Sin duda que debe ser algo que no solo es bueno para el bebé. El testimonio de esta mamá es una prueba de ello ya que pudo librarse de la agonía que la estaba conduciendo directo a la muerte luego de que su hija la tocara.

Un parto inesperado

“El nacimiento de mi segundo embarazo no fue como lo esperaba” cuenta Marcela, quien ya está a salvo y con su pequeña bebita en brazos.

“Cuando mi esposo llamó al 911 en la madrugada al comenzar las contracciones, mi hija le ganó la carrera a la ambulancia”, recuerda hoy la mamá.

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Mientras su esposo le daba la dirección al servicio de emergencias, se dio cuenta que su mujer ya estaba dando a luz, de manera que el operador del 911 no tuvo más remedio que mantener la comunicación mientras les aconsejaba como tenían que parir en su casa, a la vez que la ambulancia salía a asistirla.

“Apenas salió la bebé, mi esposo la cargó y la abrazó mientras esperábamos a los paramédicos, quienes al llegar la revisaron, le cortaron el cordón umbilical y la regresaron a los brazos del papá. Mientras tanto yo la estaba pasando realmente mal, así que decidieron subirme en la ambulancia y atenderme en el hospital, pues estaba de verdad bastante débil. Mi esposo nos acompañó y y sostuvo a la bebé durante todo el tiempo”.

En efecto, ella presentaba una hemorragia severa y estaba muriéndose.

La agonía de la mamá y el contacto que le devolvió la vida

En el hospital la cosa no mejoraba. Marcela continuaba perdiendo mucha sangre y su presión arterial era cada vez más débil. Para ella todo era muy confuso, e incluso, aún se le eriza la piel cuando recuerda que vio su cuerpo desde arriba, como si flotara en la habitación.

“En algún momento, mientras estaba en la camilla, giré la cabeza y vi que eran las 6 de la mañana. Mi niña había nacido cerca de las 5 am porque mi esposo lo había anotado, y me di cuenta de que en todo ese largo periodo apenas había pasado una hora”.

Por otro lado, la mamá señala que a pesar del alboroto que había en el hospital, con los médicos dando órdenes, logró decir desde su estado de semi-consciencia: “Por favor, quiero a mi bebé que aún no la he abrazado”.

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Fue entonces que le alcanzaron a su bebé y ella la sostuvo en su regazo como para despedirla.

“En ese momento sentí literalmente que me regresó el alma al cuerpo, como cuando sientes que te vas a desmayar y comes azúcar, así me sentí. Hubo un gran silencio en la habitación y luego escuché al doctor que decía que mi presión arterial había comenzado a subir y que ya había disminuido la pérdida de sangre. Todo lo que estaba necesitando era ese momento de contacto piel a piel. Solo mi bebé era lo que me faltaba” agregó Marcela.

Hay muchos misterios que la ciencia aún no ha revelado. Sin duda, el contacto piel a piel es una de esos misterios que no pueden estudiarse completamente. El nacimiento es una fuerza mágica de la naturaleza, es un secreto entre una madre y su bebé que apenas puede explicarse con palabras.

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