¿Por qué taparse? Una artista responde las críticas con curiosos retratos de mamás dando la teta

La mujer asegura haber sentido “culpa y vergüenza” por amamantar en público. ¿Te atreverías a aparecer con tu hijo en sus retratos?

¿Por qué taparse? Una artista responde las críticas con retratos de mamás dando la teta

Alex Baker es una artista británica que vive en Valencia, y recientemente dio la bienvenida a su primer hijo. Baker ha presentado una sorprendente serie de retratos de madres que amamantan a sus hijos en respuesta a la disputa de KLM Airlines sobre la lactancia materna en los aviones.

La fotógrafa dijo que estaba ansiosa por resaltar la “culpa y vergüenza innecesarias” que muchas madres primerizas, incluida ella misma, frecuentemente experimentan después de dar a luz. 

Recientemente la aerolínea holandesa fue criticada por su política de lactancia materna después de que la madre Heather Yemm, de Newcastle, acudió a Twitter para cuestionar dicha política.  

Una declaración de KLM expresaba: “La lactancia materna está permitida en los vuelos de KLM. Sin embargo, para garantizar que todos nuestros pasajeros, de todos los orígenes, se sientan cómodos a bordo, podemos solicitar que una madre se cubra mientras amamanta, en caso de que otros pasajeros se ofendan por esto”.

En palabras de Baker: “después de leer sobre el mal trato de KLM a una mujer que amamantaba en uno de sus vuelos, me di cuenta de que era importante y que mi proyecto necesitaba ser lanzado ahora”. 

¿De qué trata el proyecto?

El proyecto personal de Alex, titulado This Is Motherhood (esto es la maternidad), es una serie de retratos de madres amamantando a sus hijos, pero con el rostro completamente cubierto.

La artista se inspiró en la pintura The Lovers del surrealista René Magritte, cuya madre sufrió una depresión severa y se suicidó cuando tenía 14 años. La serie también aborda el tema de la depresión posparto y la falta de recursos públicos disponibles.

La obra de Magritte que inspiró a la mamá.

Alex confiesa que quería crear este proyecto en los primeros tres meses de la vida de su hijo “como una forma de procesar todos estos sentimientos inesperados de ansiedad, ira y tristeza que de repente sentí”.

El proyecto en sí está compuesto por siete imágenes que exploran los temas de invisibilidad y juicio que algunas mujeres sienten después del parto, particularmente en relación con la lactancia materna en público y la lactancia materna prolongada de niños mayores. 

Los relatos de las mujeres que amamantan

“Los médicos te dicen que estas cosas son muy comunes y normales, pero hay mucha culpa y vergüenza innecesarias. Necesitamos encontrar mejores formas de hablar sobre estos sentimientos y de expresarlos abiertamente”, comenta la artista.

Aquí las mujeres fotografiadas comparten sus propias historias y por qué se sintieron obligadas a ser parte de este proyecto. 

Eilidh Shankland, de 30 años, originaria de Wishaw, Escocia, admitió que su experiencia con la lactancia ha sido difícil. “Se me han roto los pezones y luego sufrí mastitis severa que requirió antibióticos”, reveló. “Ha sido un camino difícil, pero me niego a rendirme porque sé que será el mejor comienzo para mi bebé”.

Eilidh ahora vive en España y dijo que la gente parece ser más receptiva cuando se trata de amamantar en público, pero todavía ha recibido “algunas miradas extrañas o personas mirándola fijamente” cuando alimenta a su hija públicamente. 

“Si la bebé tiene hambre cuando estamos fuera, trato de encontrar un lugar para alimentarla tan apartado de la gente como sea posible para evitar que me miren extrañamente, pero a veces lleva tiempo encontrarlo y ella se molesta mucho al tener que esperar que encuentre un lugar adecuado”, dijo.

“Conozco a tantas mujeres que deciden alimentar a sus bebés con biberón por miedo a la vergüenza o una reacción negativa cuando están en público, ¡lo cual es una locura! Amamantar es lo más natural y proporciona el mejor comienzo en la vida de nuestros bebés”. 

“Si eres físicamente capaz de hacerlo, debes ser alentada, no sentirte avergonzada. Me niego a sentarme en un baño sucio para amamantar a mi bebé, cuando puedo sentarme fácilmente donde quiera que esté y dejar que se alimente cuando lo necesite”.

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Otra participante del proyecto es Marta Ordóñez, una colombiana de 36 años. Ella afirma que su experiencia con la lactancia materna con su hija de 11 meses ha sido “maravillosa”. Decidió participar en el proyecto para mostrar a las personas que la lactancia materna es “uno de los actos más bellos y comprometidos que un ser humano puede llevar a cabo”.

La neo zelandesa Carissa, de 35 años, admitió que no había planeado seguir amamantando a su hijo de dos años y medio durante tanto tiempo. Ella explica lo que le ocurrió al convertirse en madre: “comencé a amamantar y me uní a grupos de apoyo de lactancia materna, comencé a descubrir que es mucho más que comida para nuestros pequeños, aprendí que la conexión y la comodidad a través de la lactancia materna es tan importante e influyente en su bienestar a largo plazo como los nutrientes de nuestra leche”.

Carissa agrega: “cuando supe que la edad promedio para que los niños se desteten naturalmente es entre dos y siete años, mi objetivo era alcanzar la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de un mínimo de dos años”.

Si bien Carissa no ha recibido ninguna reacción directa, dijo que sus amigos y familiares a menudo le preguntan cuánto tiempo planea amamantar con una mirada de “perplejidad” en sus rostros.

“He descubierto que es muy común que las personas en nuestra sociedad actual acojan la idea de que el destete sea naturalmente incómodo para la madre y para el niño, como si quitarse el pecho fuese una batalla que se gana y una lección que se debe enseñar”, dijo.

“Decidí participar en esta sesión de escándalo de lactancia materna contra KLM porque soy una defensora apasionada de la lactancia materna y pienso que se debe permitir que las madres amamanten y consuelen a sus hijos como la naturaleza lo dispuso y donde sea que estén: en un parque, en transporte público, en un restaurante o cafetería”.

“Entiendo que amamantar no es para todas las madres, respeto su derecho a elegir y simpatizo con aquellas que no tuvieron otra opción”.

“Participé en el proyecto para hablar por aquellas de nosotras que están lactando y que sienten que tienen que esconderse y encubrirse, aquellas de nosotras que hemos recibido un comentario inadecuado que ha calado en nosotras y nos ha hecho sufrir en nuestro viaje por la lactancia materna, haciéndonos dudar de la esencia misma de nuestro instinto nutritivo”.

Aria Voss es de los Estados Unidos y tiene 35 años. Ella todavía está amamantando a su hijo de dos años y medio, y admite que la lactancia materna fue un “desafío al principio”, pero dice que ahora es una fuente de consuelo y conexión para ella y para su bebé.

“Viajamos mucho en familia e incluso en países más conservadores nunca he tenido a nadie que haga comentarios negativos”, dijo Aria. 

“Yo me siento afortunada de haber tenido un apoyo positivo únicamente con respecto a la lactancia materna. Es algo hermoso y es una parte natural de la vida. Espero que con el tiempo como sociedad podamos ser menos críticos y más solidarios con las madres que amamantan”.

Una madre de 35 años, residente de Kingston-upon-Thames, que desea permanecer en el anonimato, dijo que nunca pesó que todavía estaría amamantando a su hijo de dos años. Confesó que tenía “problemas de suministro” al principio y que tuvo que complementar con fórmula, agregó que su mayor crítica es ella misma. 

“Me preocupa que me vean como que estoy creando una situación de ‘Robyn Arryn’ (de Game of Thrones), a pesar de que nadie ha dicho nada al respecto, ni siquiera me ha mirado de forma extraña, al menos no lo he notado”. 

“Afortunadamente, la ciudad en la que vivimos es muy amigable para los niños, aunque no he amamantado en público durante aproximadamente un año, o tal vez más”.

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“Quería protestar por el hecho de que los senos a menudo se sexualizan en todo tipo de medios, pero todavía ocurre con frecuencia que a las madres que amamantan se les pida que se cubran o que ‘hagan eso en el baño’ en muchas partes del mundo”.

Rebeca G. Roth, de 37 años, es mitad canadiense pero nació y creció en Valencia, España. Tiene dos hijos: uno tiene casi cuatro años y el otro tiene 10 meses, a quien todavía amamanta.

Para ella la lactancia materna con ambos niños fue “muy difícil al principio” ya que tenía mucho dolor. “Tenía grietas en los pezones y, a veces, mi bebé incluso tenía sangre en la boca, era horrible”, contó. 

Aunque Rebeca nunca ha recibido comentarios de nadie cuando está amamantando en espacios públicos, lo que hace a menudo, dijo que recibió “comentarios molestos” de familiares sobre cuánto tiempo amamantó a su primer hijo.

“Dejé de amamantarlo a las dos años y hubo algunos comentarios como ‘¿todavía lo estás amamantando?’, comparando a mi hijo y a mí con Robin Arryn y Lisa Tully de Juego de Tronos”. 

“Incluso a mi pareja no le gustaba que lo amamantara cuando tenía cerca de dos años; él nunca lo dijo y siempre respetó lo que yo quisiera hacer, pero se que le molestaba, aunque no estoy segura de por qué y creo que él tampoco podía explicarlo, ya que pienso que fue algo irracional ”.

Rebeca decidió participar en el proyecto porque la idea de que se le pidiera a una mujer que dejara a su bebé con hambre para que nadie vea su seno hace que le “hierva la sangre”.

“Me parece increíblemente insultante que algunas personas sientan la necesidad de censurar un seno porque implica que hay algo sexual en el acto de amamantar, lo que muestra cuán retorcida es la mente del observador y no tiene nada que ver con que la madre alimente a su hijo”, comentó.

“Afortunadamente, nunca me ha pasado nada como el escándalo de KLM, pero creo que todos deberíamos luchar contra estas situaciones y apoyar a las madres que amamantan y a sus bebés”.

La Francesa Geraldine Starke, de 32 años, tiene un hijo de 14 meses y considera que la lactancia materna es “estimulante y hermosa”.

Ella admitió que ha tenido algunas “miradas extrañas de juicio en la calle” cuando amamanta en público, y está ansiosa por lograr que la lactancia en público se normalice.

“Se trata de algo más que alimentar, es tan importante para el bebé, y la conexión que desarrollas con tu hijo es tan hermosa, que no quisiera que nadie se lo pierda”, explicó. 

“Creo que es un tema importante para hablar sobre la conciencia, ya que muchas madres que amamantan son criticadas o juzgadas. Las mamás necesitan apoyo para no renunciar a la lactancia”. 

La exposición de la obra

This Is Motherhood es un proyecto en curso. Alex planea desarrollar la serie con más retratos de madres alimentando a sus hijos de diferentes edades. 

Se mostrará en una galería en Valencia, España, en octubre de 2019 como parte de una exposición colectiva de artistas femeninas. 

Para ver más del trabajo de Alex puedes visitar: www.instagram.com/alexbakerimages.

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