Hace algunas semanas seis mujeres se reunieron para una sesión fotográfica por una causa común: habían perdido a sus hijos durante el embarazo o luego del nacimiento. Las razones de su muerte son diferentes, pero el resultado es el mismo: angustia y desesperanza.
Una relación que surgió en los momentos más difíciles
Fueron sus pérdidas las que las unieron a través del padre de Phoebe Laine, quién nació muerta el 12 de agosto de 2015 y que convocó a las mujeres para hacer fotografiarlas cuando estaban embarazadas de sus nuevos bebés arco iris: aquellos pequeñines que traen la esperanza y la alegría luego de una pérdida.
Fue así que el grupo de mujeres se mantuvo en contacto a lo largo de su embarazo esperando el nacimiento de cada bebé para celebrar su llegada al mundo. Stacy (amarill0) fue la primera en dar a luz a su bebé arco iris, Theo Jonas, el 18 de agosto de 2016, casi un año después del nacimiento de su hermana Phoebe.
Kaitlyn nació pocos días después que Theo, el 22 de agosto, cuya madre Cayli (azul) había perdido a su hija Macie el 10 de noviembre de 2014.
La angustia provocada por la dramática situación que atravesaron fue mermando a medida que fueron aparecieron las imágenes de cada uno de los bebés que nacían. Zahra (verde) fue la siguiente en dar a luz a Cyra Bibi, el 4 de septiembre de 2016. Era la única del grupo que se convertía en madre de un segundo bebé arco iris. Luego Michele (naranja) parió 11 días después a Hailey Michele, el 15 de septiembre de 2016.
Hubo una espera de dos de meses para que nacieran los dos últimos bebés. El 12 de diciembre de 2016, Rebecca (rojo) dio a luz a Morgan Gabriel y Tucker Graham Taylor (violeta) fue el último en darle la bienvenida a su bebé arco iris, Rylan Bailey, el 17 de enero de 2017.
El día de la fotografía
Luego, 8 meses después las madres orgullosas de sus bebés se reunieron para tomarse su primera foto con sus hijos en brazos. La situación por suerte ya era otra, la angustia y la desesperanza había desaparecido tras una alegría que se manifestaba en sonrisas de amor. La esperanza había derribado todo mal augurio y sus hijos estaban junto a ellas.
En dos imágenes coloridas se retrata el mensaje que este grupo de mujeres quería dar a otros padres que están pasando una situación similar, dando esperanza a todas estas familias y demostrando además que se puede sobrellevar y superar la interrupción de un embarazo o de un bebé compartiendo los dolores y las alegrías entre sí.
¡Felicidades a todas ellas!
