La mitad de los padres que han perdido a un bebé dicen que pierden también a familiares y amigos

Cuando una pareja pierde a su bebé, un muro de silencio y soledad se levanta a su alrededor, porque los que están cerca no saben como tratar la situación. Este reportaje nos enseña que si nos ponemos a la orden de ellos para que puedan hablar sin duda los hará sentir mejor.

La mitad de los padres que han perdido a un bebé pierden también familiares y amigos

La mitad de las parejas cuyos hijos murieron en el parto afirman que tanto sus familiares y amigos los evitan. Por esta razón el 90% informó, en un estudio realizado recientemente, que se sentían solos y aislados luego de la tragedia.

Un estudio que nos hace reflexionar

Una encuesta realizada en Inglaterra a 317 padres de niños nacidos muertos, informa que el 50% de las parejas afirma que sus familiares y amigos se alejaron porque no sabían cómo tratarlos ante la triste noticia de la pérdida de su bebé, pues desconocen la magnitud del dolor que los pasdres atraviesan. 

En Australia, la situación es la misma. Una investigación de la Universidad del Sur de Australia, realizada por la investigadora Danielle Pollock, dice que el mayor reto que enfrentan los padres de duelo por la muerte de su hijo es el tabú que siente la gente para conversar sobre la pérdida de un bebé. 

Pollock sabe de qué habla, pues hace 4 años perdió a su hija Sophie y dice que el gran silencio que sigue a la tragedia es lo que más le cuesta enfrentar a la pareja, volviendo así más difícil el duelo.

“Cuando una madre pierde a su hijo, la gente la evita porque no sabe cómo tratarla o de que hablar. Te hacen sentir como un leproso”.

“No se le enseña a la gente a hablar del tema, sino a evitarlo, y como padres se nos obliga a  pasar la página y olvidar”.

La investigación de Pollock aborda el estigma que rodea la pérdida de un bebé, haciendo énfasis en que la gente debe ser instruida para lidiar con una situación así, incluso desde los cursos prenatales.

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“Nadie quiere que un bebé muera, pero es la realidad, esto ocurre a diario, la idea es enseñar desde los cursos prenatales y en los hospitales a saber cómo tratar a los padres en esta situación. Eso les sería de gran ayuda”.

“Mi hija murió al nacer, entonces no sé si soy madre o no, porque la sociedad evita el tema. Si las personas preguntan cuántos hijos tengo, ¿qué les digo para que la conversación no se vuelva incómoda?” continua Pollock, quien en la actualidad tiene dos hijos.

Su investigación demostró que el 80% de estos padres nunca había sido informado sobre la posibilidad de la muerte del bebé. Según su opinión, es un tema tabú pues los médicos hablan del síndrome de Down, de las complicaciones posteriores al parto y hasta de violencia doméstica, pero se evita hablar de bebés que mueren al nacer.

“Entiendo que esto sucede como para no generar ansiedad en los padres, pero sería de gran ayuda si el tema se abordara” agrega la investigadora.

La clave está en educar a todos

Un comité del Senado sobre investigación y educación sobre la muerte de bebés anunció su apoyo para una investigación sobre el tema. Asimismo, la Presidente de la fundación australiana sobre muertes de infantes, Victoria Bowring, invitó a los padres que atravesaron una pérdida para que se sientan cómodos compartiendo su experiencia.

“No hay nada más poderoso que contar y compartir tu historia y tu dolor” recalca Bowring. “Quienes han sufrido en silencio tienen ahora la oportunidad de alzar su voz”.

“Lo que esperamos es que, luego de este proceso, el gobierno asigne los fondos necesarios para educar a los padres, como también para prevenir la muerte de niños al nacer”.

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El comité deberá presentar un informe conclusivo a comienzos de 2019, razón por la cual se les invita a todos los que quieran compartir su experiencia a visitar el sitio web del comité, contar su historia y ofrecer sus sugerencias.

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