Un padre inventó esta técnica para no olvidar los momentos más felices con sus hijos

Solo utilizó su computadora y una planilla de Excel para atesorar lo más preciado de su vida.

Un padre inventó este truco para no olvidar los momentos más felices con sus hijos

Para Matthew Dicks era demasiado fácil olvidar los momentos mágicos que cotidianamente vivía con sus hijos, así que se le ocurrió una forma para mantener en su memoria los recuerdos más felice con ellos. ¡Y él asegura que funciona! Aquí su relato.

Mis recuerdos con mis hijos

Recuerdo claramente aquel 17 de abril del año 2016.  Yo estaba a punto del llanto al conocer la noticia que debíamos sacrificar a nuestro gato para que no siguiera sufriendo, y mi hijo de 3 años, Charile, al ver que yo estaba casi llorando me dijo: “¿Y es que tú no sabes papá que los adultos no lloran?”. 

Ese día, más temprano, él mismo me había preguntado por qué razón los automóviles andan más rápido si es el papá el que conduce. Debo confesar que me arrepentí de contárselo a mi mujer, pues se imaginarán el regaño que me dio.

Siempre recuerdo estos y otros momentos que viví con Charlie como si fuera ayer. Como la vez que bajando las escaleras de la casa, el día en que cumplía 4 años, dijo que empezaría ya mismo a hacer popó en el baño él solito. Cosa que no hizo.

Ahora mismo me viene a la mente aquella vez que escuché a Clara, mi bella hija, decirle a su amiguita que ella tenía permiso de despertarse antes de que el sol saliera porque su papá era escritor y, por su puesto “los escritores casi no duermen”. También recuerdo el día en que bajó las escaleras en la mañana y por primera vez no vino a sentarse en mis piernas y abrazarme.

Los recuerdos y la necesidad de no olvidar

Siempre he oído a otros papás y mamás hablar sobre cómo deberían ir escribiendo cualquier hecho dulce e inolvidable que hacen o dicen sus hijos antes que el tiempo los desvanezca en su memoria. Lo cierto es que, lamentablemente, pocos terminan haciéndolo.

Para todo padre los recuerdos de las cosas que han vivido con sus hijos son invaluables, y es una verdadera tragedia dejar que se pierdan en el olvido, o que la rutina los aplaste como la máquina demoledora que es.

Por ello es necesario que tengamos una forma segura de recuperarlos, alguna manera de recordar que adorable fueron en su niñez, cuando “están para comérselos”. Eso nos ayudará a recordarnos a nosotros mismos, una vez que estén adolescentes y nos saquen de quicio a diario, ¡por qué fue que no nos los comimos!

El método que utilizo, ¡Y que sí funciona!

Como lo mío es narrar historias siempre tengo que estar generando contenido, para que mis lectores no me olviden y para conseguir siempre nuevos lectores. Una cosa que hago es contar historias de lo que pasa en mi vida, esto mantiene su atención. 

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Por eso, cuando me di cuenta de que algún día podía quedarme sin alguna historia que contar, empecé a realizar un registro al día. Sí, un pequeño registro escrito acerca del momento más preciado de lo que había ocurrido en mi día. 

Para escoger este momento solo pienso: “Si tuviera que contar una historia a alguien sobre mi día, ¿cuál escogería?”. Esto es lo que yo llamo mi “tarea para la vida”.

El paso a paso

Lo que hice, para no tener que escribir la historia entera ahorrándome tiempo y esfuerzo, fue crear una hoja de cálculo en Excel con dos columnas. La columna A contiene las fechas con un tamaño adecuado para ello. 

La columna B la hice más grande, alargándola hasta el otro lado de la pantalla de mi computador. En esta columna es donde registro mi historia. La idea es limitar el espacio para escribir la historia a una o dos oraciones que conserven la esencia del momento.

Lo que ocurrió después de empezar con este método

Al iniciar con esto, yo pensaba que encontraría una nueva historia por mes, si acaso dos. Sin embargo ocurrió algo que no esperaba. Y es que mientras trataba de conseguir mi historia diaria fui desarrollando una sensibilidad inesperada para encontarlas.

Lo mejor de todo fue que me di cuenta que mi día a día está repleto de momentos increíbles, dignos de recordar y de ser contados. 

Algunos de nuestros momentos

Entre algunos de los momentos que me vienen a la mente mientras escribo esto están:

La primera vez que Clara me dijo que entraría sola a su clase de baile, y que mejor me quedara en el auto.

La ocasión en la que Charlie escuchó por primera vez con atención los latidos del corazón de su mamá y los llamó pitidos del corazón.

Y otra vez en la que él mismo Charlie me dijo que no le gustaba cuando el doctor le decía “solo será un pellizquito”, y en realidad le dolía mucho.

O aquella única ocasión en la que mis hijos no empezaron una pelea por sentarse al lado de su mami en el restaurante.

Ahora mi hoja de cálculo tiene alrededor de 3.500 registros en sus 27 páginas. El proceso de notar lol que estaba pasando a mi alrededor, reconocerlo como importante y registrarlo ha hecho que muchas estén bien grabada en mi memoria. Pero si acaso no me acordara, siempre puedo entrar a mi hoja de cálculo y recordarla.

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Leer cada fragmento de esas notas me hace devolverme a ese momento justo en el tiempo y lo revivo con tanta vívidamente como si fuera ayer que acaba de pasar. Tengo la seguridad de que si no lo hubiera escrito, probablemente ya lo habría olvidado.

Esta hoja de Excel se ha convertido en uno de mis objetos más preciados. Está protegido en mi computador y  en varios espacios en la nube para poder recuperarlo siempre, incluso en caso de que un incendio devorara mi casa y todas mis pertenencias.

Confieso que esta hoja es el objeto más preciado que poseo, y si estuviera solo físicamente en mi casa, si no existiera la nube, lo único material que salvaría de un incendio sería esta hoja con los recuerdos más preciados de mi vida con mis hijos.

Tu tarea de la vida

Por si no lo sabían, también fui maestro de escuela por 20 años de mi vida, por lo que tengo el derecho de asignar tareas. Hoy te asigno la tuya y es tu propia hoja de recuerdos.

No es necesario que uses una hoja de Excel. Puedes emplear un cuaderno, un diario, tu teléfono, etc. Pero eso sí, todos los días sin falta siéntate a recordar y registrar ese momento digno de contar que te pasó con tus pequeños. Incluso si parece algo no tan especial.

Te recomiendo tener paciencia mientras vas desarrollando la sensibilidad que te permita ver esos momentos que luego podrás revivir cada vez que leas lo que has registrado en esa hoja. Con esto podrás recordar los días maravillosos, los que no lo fueron tanto, los días duros y los más felices que tengas con tus hijos.

¡Sin duda este es un regalo que todo padre merece dárselo!

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