Hipoplasia mamaria: cuando la cantidad de leche no es suficiente para amamantar

Conoce las verdades sobre esta condición y de qué manera podría afectar la lactancia, además de los consejos para tratarla.

Hipoplasia mamaria: cuando la cantidad de leche no es suficiente para amamantar

Muchas mujeres alimentan a sus hijos con lactancia exclusiva porque su cuerpo lo permite sin contratiempos, pero a veces la producción de leche puede ser baja debido a una condición conocida como hipoplasia mamaria, también llamada tejido glandular insuficiente o IGT por sus siglas en inglés. 

Esta condición, como el nombre lo indica con el prefijo hipo (bajo), se da porque el tejido glandular del seno no produce la leche suficiente que demandará el bebé. Esto ocurre independientemente de cuál sea el tamaño del seno, ya que hay varios síntomas que son indicativos de IGT. No obstante, es bueno saber que tener algunos de estos síntomas no necesariamente implican riesgo de padecer hipoplasia mamaria.

Lo importante es saber que aun cuando se tenga IGT, muchas madres pueden continuar amamantando al bebé con las tomas completas y necesarias. Otras, sin embargo, deberán complementar la alimentación con suplementos, así que no es algo grave por lo cual haya que preocuparse demasiado.

¿Cuáles son los síntomas de hipoplasia mamaria?

Como dijimos el tamaño del seno no es indicativo, pero es recomendable tener un médico de confianza para aclarar tus dudas. Por lo pronto indicamos que los signos físicos asociados a hipoplasia son los que detallamos a continuación.

Si no estás segura del tamaño y la forma de tus senos, te recomendamos que consultes con tu médico de cabecera, donde podrás explicar tus inquietudes particulares.

Las características físicas asociadas con hipoplasia son:

  • Estrías en los senos sin haber tenido aumento de tamaño de los mismos en la pubertad o durante el embarazo.
  • Asimetría considerable de una mama con respecto a la otra.
  • Forma tubular del seno (una apariencia más larga en lugar de más completa).
  • Pechos ampliamente espaciados (más de 3,5 centímetros de distancia).
  • Areolas bastante grandes o bulbosas.
  • Ausencia de los cambios habituales en los senos durante el embarazo y después del parto.
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Es siempre recomendable la evaluación prenatal de los senos para determinar si los signos indicados realmente confirman la presencia de tejido glandular insuficiente. Esto permitirá tomar de manera anticipada las medidas requeridas para poder amamantar correctamente.

Apoyo con la lactancia materna

La confianza es la base del éxito, por lo que es conveniente tener una relación sólida con tu médico. Esto sin duda será de gran utilidad por la información y asesoría permanente que te brindará, facilitando y garantizado así la correcta alimentación del bebé.

Una buena sugerencia es formar parte de un grupo de lactancia antes del nacimiento del bebé para anticiparse a las dificultades que pueden aparecer en este periodo.

Consejos para la lactancia materna cuando hay hipoplasia mamaria

Si has tenido antecedentes o sospechas de hipoplasia, el médico te aconsejará intentar lo siguiente para alimentar a tu bebé:

  • Alimenta a libre demanda, no por horarios preestablecidos. 
  • El bebé es el que establece los horarios de alimentación, así que aprovecha esta conexión que estimula y promueve beneficios físicos y psicoemocionales para los dos, convirtiéndose en una relación de lactancia saludable entre tú y el bebé.
  • Utiliza suplementos alimentarios. El especialista de lactancia materna podrá verificar el progreso de peso del bebé y determinará si precisas complementar con algún suplemento el cual es administrado por gotero mientras el bebé succiona el pezón. 

En el último caso la solución se encuentra con la suplementación a través de leches maternizadas o leche de donante.

Realmente no es malo 

La hipoplasia no es una condición para nada grave de modo que no debes desanimarte si la padeces. Puede suceder que haya que tomar medidas adicionales para la lactancia pero esto no implica la interrupción de esta maravillosa etapa.

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Así que, con las consultas y asesorías médicas adecuadas, y el chequeo general del crecimiento de bebé, el proceso de alimentar a tu pequeñito podrá llevarse a cabo sin inconvenientes.

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