Tammy Biton es una entrenadora transformacional de 35 años y mamá de 3 hijos: Ethan, Jonaham y Briella. Cuando pensó en ser madre nunca se había imaginado que todos sus niños nacerían por cesárea debido a complicaciones médicas.
La mamá nunca quiso someterse a una cesárea porque siempre notó que la gente mencionaba el término peyorativamente. Y esto se le hizo patente cada vez que habla sobre cómo nacieron sus hijos.
“Personalmente, creo que el término ‘cesárea’ es frío y clínico”, dice ella, y piensa que la palabra tiene muchas asociaciones negativas que pueden aumentar el temor de las mujeres cuando piensan en este procedimiento.
Un nuevo término ha nacido: “parto por la panza”
Ahora un nuevo término se postula como el candidato para darle a las madres que han dado a luz por esta vía, una nuevo nombre para evitar los prejuicios.
En lugar de referirse a esta intervención quirúrgica como “cesárea”, las mujeres ahora han comenzado a adoptar el término “parto por la panza” (del inglés “belly birth”).
“Me encanta la idea de referirme a las cesáreas como ‘partos por la panza’. Para mí, el término ‘cesárea’ genera en las mujeres una carga muy pesada, mientras que ‘parto por la panza’ lo hace más liviano, tanto que me dan ganas de sonreír”.
“¡Y el nacimiento debería hacerte sonreír, no dejar que te sientas culpable!” afirma la mamá.
Tammy no es la única madre que quiere utilizar esta nueva etiqueta. Con sólo buscar en Instagram el hashtag #bellybirth, se puede ver miles de mamás en todo el mundo que han comenzado a utilizar este término.
¿Deberíamos empezar a referirnos a las cesáreas como “partos por la panza”?
Ahora, la pregunta que uno se hace es si un simple cambio en la denominación puede efectivamente aliviar a las mujeres y quitarle la carga de lo que una cesárea significa hoy en día.
La partera Amanda Bude cree que la propuesta es una muy buena idea:
“Obviamente, el lenguaje positivo tiene un impacto general en la disminución o eliminación del miedo y la ansiedad ante cualquier nacimiento. Y eso, en sí mismo, empodera a toda futura mamá”.
La partera también comenta que muchas madres sienten que tener una cesárea les “roba” la oportunidad de haber tenido un parto vaginal. “Creo que si una madre tiene una experiencia de parto positiva, un acompañamiento médico adecuado y una preparación correcta para el parto, entonces es menos probable que sientan vergüenza y decepción sobre la manera en que nació su bebé”.
Amanda también cree que referirse a la cesárea como “parto por la panza” ayuda a desmedicalizar todo el tema.
Kirstin Bouse, psicóloga clínica, también está de acuerdo en que el término puede ser muy útil para las mamás. Para ella, la nueva denominación no tiene el estigma que culturalmente se le ha dado a la palabra “cesárea”.
Sin embargo, Kristin cree que el hecho de cambiar sólo el nombre, no ayuda a contrarrestar las ideas negativas que se tienen hoy en día.
Si bien muchos expertos pueden ver los beneficios de referirse a la cesárea como “parto por la panza”, no todos están de acuerdo.
Una mamá llamada Elisabeth comenta su punto de vista sobre el cambio de nombre.
“Creo que utilizar otro nombre para referirse a una cesárea refuerza la idea de que una cesárea es de alguna manera menos un parto que pujar al bebé por la vagina cuando en realidad, la cesárea también es un milagro absoluto”.
Otra mamá llamada Úrsula tampoco está de acuerdo. Ella cree que el sólo hecho de sustituir el nombre del procedimiento no será suficiente para “cambiar la visión general del parto por cesárea”. Piensa que primero se debe discutir y cambiar el estigma asociado con las cesáreas, independientemente de cómo uno se refiere a ellas.
No obstante, otra mamá llamada Tammy piensa que sustituir el término “cesárea” por el de “parto por la panza” es al menos un paso hacia adelante para reducir su significación negativa.
“Las mujeres deberían tener la opción de cómo referirse a la forma en que dan a luz. Ese cambio en el lenguaje puede tener un impacto general en la madre que está a punto de parir y la forma en que vivirá la experiencia del nacimiento”.
¿Tú que crees? ¿Te parece buena la propuesta?