La crianza de los hijos es algo realmente abrumador. Hay tantas opiniones al respecto que suele ser difícil saber cuál escuchar. Sin embargo, es de gran importancia recordar lo vital que es enseñar a los hijos el sentido de la responsabilidad, un valor que lamentablemente ha quedado en el olvido hoy en día. En ocasiones a los adultos les cuesta sobrellevar ciertos problemas o se agotan rápidamente cuando las cosas no salen como esperaban. Esto suele suceder cuando los padres no inculcan el valor de la responsabilidad desde la infancia.
¿Puede un niño pequeño cultivar el sentido de la responsabilidad?
La respuesta es sí. Desde muy pequeños los niños pueden cultivar esta preciosa cualidad. El libro “Padres sin fronteras” (Parenting without borders) indica lo siguiente: “Desde que un niño tiene 15 meses de edad cuenta con la capacidad para ayudar en lo quehaceres. A partir de los 18 meses de edad pueden desarrollar ese deseo”.
¿Interesante verdad? Algunas culturas fomentan tal deseo cuando sus pequeños tienen entre 5 y 7 años. A esta edad los niños tienen la capacidad de hacer muy bien cualquier tarea doméstica que se le asigne.
Importancia de ayudarlos en este aspecto
Hace algún tiempo se ha adoptado el título de “generación bumerán” para definir a aquellos adultos jóvenes que tienden a independizarse cuando las circunstancias son complicadas. Y el problema que surge es que nadie les ha enseñado a cumplir con:
- La administración correcta del dinero
- La realización de tareas domésticas
- El cumplir con las obligaciones cotidianas
Debido a ello es vital preparar a los niños desde ahora, porque esto los ayudará a ser personas de bien en el futuro. Es bien sabido que aquellos que son responsables suelen ser confiables y cumplir a cabalidad con los trabajos que se les asignan.
¿Cómo hacer que el niño tenga sentido de la responsabilidad?
Es de vital importancia tomar en cuenta algunos aspectos vitales como:
1. Aprovechar el deseo de los niños de ayudar
Algunos padres piensan que sería muy abrumador para sus hijos colocarles tareas adicionales a las escolares. Pero el libro antes mencionado explica que los pequeños que prestan ayuda en sus hogares suelen ser mejores estudiantes. Si tu pequeño te pregunta si puede ayudar en algo en casa, aprovéchalo. Recuerda que esto influirá en la persona en que se convertirá.
2. Enseñarlos a aceptar las consecuencias de sus actos
Es normal querer mostrarles a los niños que la vida es color de rosa y que todo está perfecto para evitarles el sufrimiento de la vida. Sin embargo, hay que resistir esta tentación y no tratar de ocultar sus errores, enseñándolos a aceptar las consecuencias de estos. Por ejemplo, si llegasen a romper algún juguete de otro niño o alguna cosa en casa, se les puede enseñar a pedir disculpas y tal vez a que reparen el daño. Acá la imaginación de los padres es lo que cuenta.
Si los padres hacen esto, los pequeños de sus errores aprenderán a:
- No colocar excusas
- Aprender a pedir perdón
- Valorar la honradez
- Ser personas descentes en el futuro
3. Enseñar con el ejemplo
Ningún padre puede exigir a su hijo algo que no da. No se le puede enseñar al niño a ser organizado si el padre no lo es. Por lo tanto, es importante que los padres se planteen preguntas como:
- ¿He aprendido a reconocer mis errores?
- ¿Soy capaz de pedir perdón cuando la situación lo amerita?
- ¿Soy puntual, trabajador y organizado?
- ¿Realizo tareas del hogar de manera constante?
Si se comienza desde ahora, los niños aprenderán el sentido de la responsabilidad y cuando sean adultos será mucho más fácil para ellos sobrellevar cualquier dificultad o responsabilidad.
